José Antonio Manso de Velasco, Conde de Superunda, es una de las personalidades españolas que representan de manera singular el siglo XVIII de las Españas. Éxitos sucesivos en las armas, en el gobierno y en la Administración colonial, como Virrey del Perú. Toda una vida de servicio a su patria.
La mala suerte lo paralizó en Cuba, cuando regresaba a España, ya anciano y enfermo. Por su condición de máxima autoridad, durante el asalto y conquista de La Habana por los ingleses en 1762, en la heroica defensa del Castillo de las Tres Reyes Magos (del Morro) por el capitán de navío Luis Vicente de Velasco, le sería solicitada pena de muerte, de la que lo salvó el ilustre marino Jorge Juan.
Desterrado a Granada, moriría en Priego de Córdoba.